sexo profesora cachonda parte 1 relato erotico

La profesora de Geometría del instituto siempre tuvo fama de buenorra y salida por todos los compañeros. Era raro el día que ella no llevara una falda ceñida que dejara al descubierto sus largas y estilizadas piernas. Además, solía acompañar su imagen con una blusa blanca muy escotada que permitía ver sus grandes tetas en todo su esplendor. En muchas ocasiones incluso se podían intuir sus pezones a través del sujetador, haciendo las delicias de todos los chicos de la clase. Por no hablar de su actitud sexy, atrevida y cercana que mantenía con sus propios alumnos. Poco a poco se fue convirtiendo en la profesora favorita por todos, y eran muchos los que soñaban cada noche con ella y se imaginaban a sí mismos practicando multitud de posturas sexuales sobre el propio pupitre.

Aquel día, la profesora nos repartió a todos el examen que hicimos la semana anterior. Pese a que a la mayoría le fue muy bien, para mí el resultado fue de un triste 4,5. Con aquella nota, tendría que quedarme a hablar con la profesora al terminar la clase, a ver si podía hacer algo para subir unas décimas y conseguir el aprobado raspado. De modo que cuando todo el mundo salió del aula y nos quedamos los dos solos, me acerqué a ella con mi examen en la mano y una actitud conciliadora para ver si había algún modo de que aquella mujer me aprobara la asignatura.

Me quedé sorprendido cuando ella me confesó el verdadero motivo por el que me había puesto aquella nota. Resulta que llevaba días teniendo fantasías sexuales conmigo, y quería tener una excusa para poder quedarse a solas conmigo y confesarme así sus deseos más íntimos. Yo me quedé impresionado y sorprendido, pero decidí no desaprovechar la situación y me lancé hacia su boca con toda la valentía del mundo. Ella abrió sus labios y dejó que yo le metiera la lengua hasta el fondo, sintiendo toda la humedad de su lengua y saboreando cada instante de aquel momento.

Con un rápido movimiento de manos, ella lanzó todos los libros que estaban sobre la mesa al suelo y se tumbó encima de ella. Mis manos acariciaban sus tetas por encima de la ropa mientras ella se quitaba el sujetador con unas ganas locas. Cualquiera podía entrar en la clase en aquel momento y pillarnos en plena faena, pero nos daba igual. Incluso aprovechamos aquello para darle un toque extra de excitación a la escena, ya de por sí caliente.

Me la follé sin piedad mientras ella se ponía a cuatro patas y con el culito en pompa. Cada vez que le petaba el coño, ella gemía y me decía que me iba a subir la nota unas décimas más. Justo cuando me corrí en su suave y caliente coñito, ella me gritó que me iba a poner un diez. No sé si se refería a la nota del examen o a la puntuación que le estaba dando al polvo que estábamos echando. En cualquier caso, acabamos extasiados y abrazados el uno al otro, compartiendo nuestro calor corporal y besándonos como si no hubiera un mañana.

Continuará…

Comentarios cachondos

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1 Comentario
  • Yordanis hace 2 años

    Están sabrosos los vídeos