Al invitar a esta mujer a comer en el restaurante beeg , jamás pensó que ella tendrá además el apetito sexual tan abierto. Es una mujer cachonda que no aguanta dos pedidas y por eso se lo pasa tan bien cuando él le da la idea de irse al baño con ella para echar uno de aquellos polvos legendarios que a cualquiera le encantaría. No vale la pena perder el tiempo y basta con ponerse a coger para que las cosas se pongan más sabrosas.