La verdad es que siempre había sentido curiosidad por la práctica sexual del bukkake. Sabía que en la China Imperial era un método de castigo que se empleaba en las mujeres adúlteras, pero a día de hoy se había convertido en un ejercicio erótico más que poco a poco había ido ganando adeptos en todo el mundo. Sí que había visto varios vídeos porno de bukkakes alucinantes, multitudinarios y muy excitantes, pero nunca me había atrevido a dar el paso y protagonizar yo misma una escena de ese tipo. Sin embargo, aquel día iba a ser el elegido para desvirgarme en ese aspecto y sentir en mi propio cuerpo las eyaculaciones de varios hombres alrededor mío.
Todo empezó en un bar, al conocer a un chico que me dijo que formaba parte de un equipo de fútbol profesional. A mí no me interesaba el deporte lo más mínimo, pero había que reconocer que el muchacho estaba de muy buen ver. Bueno, él y todos sus amigos, que se acercaron a mí y empezamos a charlar animadamente. A todos se les iban los ojos constantemente a mi escote. La verdad es que había decidido vestir aquella noche de manera provocativa, por lo que mi vestido dejaba a la vista el sugerente canalillo de mi buen par de tetas grandes y turgentes. Mientras ellos se ponían las botas mirando mi tremenda delantera, yo fantaseaba con acostarme con todos ellos a la vez. Por eso no dudé en proponerles que vinieran directamente a mi casa para disfrutar del sexo todos juntos.
Por supuesto, aceptaron de buen grado. No tuvieron que darle muchas vueltas para decir que sí y seguirme hasta mi apartamento. Esos cinco chicos y yo íbamos a protagonizar una escena erótica de lo más sugerente, y sólo de pensarlo conseguía ponerme cachonda perdida. Les dejé entrever qué era lo que a mí más me apetecía esa noche, que no era otra cosa que todos se corrieran sobre mi cuerpo desnudo. Parecieron entenderlo desde un comienzo, así que no había lugar a la confusión.
Nada más llegar, les obligué a que se desnudaran mientras yo hacía lo propio acompañándolo todo con un sensual baile erótico. Me encantaba hacer un striptease frente a completos desconocidos para que disfrutaran con mi cuerpo y vieran de primera mano lo que después terminarían comiéndose. Entonces me arrodillé en el suelo y les pedí que me rodearan por completo. Ellos ya estaban empalmados a más no poder, y empezaban a frotar sus pollas para mantenerlas bien duras y erectas. En cuanto me agaché, entendieron qué era lo que quería. Así que todos empezaron a pajearse sobre mi cara mientras yo iba comiendo pollas de una en una.
No pude resistirme a acariciar mi dulce coñito con mis propios dedos. Me masturbaba a la vez que chupaba sin parar y dejaba que ellos me golpearan la cara con sus miembros viriles. Ante tal panorama, no pude resistirme y alcancé un orgasmo maravilloso y sensacional. Poco después, todos ellos empezaron a lefarme la cara, cuello y tetas. Su leche caliente resbalaba por todo mi cuerpo y me provocaba oleadas de placer indescriptibles. Si ellos se lo habían pasado bien, yo me lo había pasado en grande.
Que. Rico. Le. Meten. La verga