Aunque pueda parecer mentira, el billar es un juego muy sexual. Piénsalo: una mujer agarra un palo, juega con las bolas… ¡Es porno total! Claro que si se trata de un bellezón como este, casi cualquier actividad podría considerarse sexy porque está que se rompe. Lleva un fuego dentro que va a ser difícil extinguir, así que el tío este deja el ordenador y pasa a la acción. La coge por detrás para que se sienta deseada y ella se abalanza como una loca a comerle la polla. Una vez que se la pone dura, comienzan a follar como unos descosidos.