Jada Stevens reconoce que es una puta, por cierto una puta muy guapa! y Alan Stafford le comenta algo sobre su padre, la chica quiere demostrarle que puede proveerle el placer como ninguna otra mujer, se arrodilla a los pies para devorarse la verga de aquel hombre que cae en la tentación… y el sexo se da entre ellos de una forma salvaje y deliciosa, él la penetra con toda su vitalidad y sus tatuajes le lucen tan sexy! Jada Stevens no solo es hermosa, sino acequible, suave, y recibe al macho cabrío como toda una buena hembra.
2 Comentarios
Muy bueno
Lo maximo