Estos dos amigos siempre se miden la polla cuando están juntos y la comparan para ver cuál es la mejor, pero hoy las cosas se han salido de control y a uno de ellos le ha dado por mamarle el pene al otro, dándole una sensación demasiado sabrosa que los convierte automáticamente en los gays más afortunados al descubrir este placer que nunca imaginaron sentir juntos. Nada como una buena pija negra para chupar todo el día.