La visión de un buen culo untado en aceite es lo mejor del mundo. Se le abren a uno los ojos y no puede parar de contemplar semejante alarde de belleza. Es algo genial que nos pone a cien. Parece mentira como algo tan simple nos puede gustar tanto.
La visión de un buen culo untado en aceite es lo mejor del mundo. Se le abren a uno los ojos y no puede parar de contemplar semejante alarde de belleza. Es algo genial que nos pone a cien. Parece mentira como algo tan simple nos puede gustar tanto.