El profe de matemáticas es un viejo pervertido y eso lo sabe bien toda la clase. Resulta que una de las colegialas más jóvenes se queda con él después de terminar los exámenes finales, y le dice que no le ponga nota sin que antes pueda mostrarle en la práctica cómo le hace una mamada de polla, y solo después la podrá evaluar, ya que no ha estudiado nada. Seguramente sacará la máxima nota.