Mandingo está detenido durante las investigaciones, y ha quedado en el mismo cuarto de una marimacha que duerme en la parte de abajo de la litera. Como ambos están desnudos, él se baja para aprovecharse de ella, poniéndola de rodillas a mamar su pene enorme, y luego haciendo que lo cabalgue para chingarla. Se ponen bien excitados, ya que nunca se imaginaron que follarían en los calabozos de la comisaría.